El frío me calaba hasta los huesos.
El jersey se antojaba demasiado corto y fino.
Los zapatos apretaban demasiado y la goma de los calcetines encogía más cada segundo.
Mis manos no sabían qué hacer más que retorcerse y buscar el calor.
Y oí vuestras voces.
No pensé en nada más que en seguirlas.
Mi intención era descubrir dónde estabais.
Pero cuando llegué al lugar de donde parecían venir vuestros gritos, no había nada,
solo vacío y viento.
No había nadie.
23 de agosto de 2014
Nadie.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No reconocerse.
-¿Y por qué me estoy mirando? Ni siquiera se trataba de mí. Había una persona al otro lado, con la nariz a escasos centímetros de la mía, ...
-
Rogelio Bermúdez es mundialmente conocido como “El maravilloso Rogus”. Nadie del circo puede explicarse cómo sucedió tal tragedia. Estaba en...
-
Hubo una vez un niño curioso. Tan curioso resultó ser que no entendía de límites. Por ello un día, en su casa, subió las escaleras que nad...
-
-Juro que me vengaré -dijo el taxista. -Perdone.. ¿qué acaba de decir? -pregunté. -¿Quiere que le cuente una histora? -me interrogó. Miré ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario