6 de junio de 2015

Maltratos para quererse.

Puede que los demás no los vean.
Pero vosotros y vosotras sabéis que están ahí; lo sabéis porque sois los propios autores.
El cuerpo no se levanta cada mañana y dice "Voy a fastidiarle"; no, el es así y cuanto más le odiemos, peor será.
Nuestro cuerpo está ahí para hacer a los demás conscientes de nuestra existencia y para hacernos sentir bien por no sólo tener un cerebro bonito, si no que un cuerpo a juego también.
Toda esa gente que está a disgusto con su cuerpo: dejad de compararos. Podríais ser diferentes, sí, pero habéis nacido con ese físico (dejando a parte el género), sólo tenéis un cuerpo y estaría genial que lo amarais.
Si estáis "Muy delgados/as" o "Muy gordos/as" o "Muy altos/as/bajitos/as", sois así, vuestro cuerpo es así.
Yo he aprendido a quererlo después de todos los maltratos por los que le he hecho pasar y ahora estoy pidiéndole perdón, me he empezado a mimar porque mi cuerpo no ha hecho nada malo, sólo es así y le he culpado de todo.

Me gustaría mucho (muchísimo) que las personas que sufren por lo mismo que yo hace un tiempo, se perdonen y hagan las paces con sus cuerpos.
(Ya me contaréis qué tal lleváis la reconciliación, si es necesaria. Y si no lo es, espero que los lazos que os unen se ensanchen y os queráis el uno al otro más todavía.)

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