Llevo mucho tiempo deseando que las abejas que me destruyen el estómago se transformen en las mariposas de las que todo el mundo habla.
Pero eso no pasa.
Sigo esperando que me hagas reír, que me enredes en tus brazos, que me hagas olvidar todo, que vacíes mi mente, que acalles al mundo, que detengas el tiempo y que me mires a los ojos (esos ojos que no tienen nada de bonito menos para ti).
Pero eso no pasa.
Y sigo esperando que me beses.
Pero eso no pasa.
15 de junio de 2014
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